Una crónica - Parte 1
Una Crónica
La siguiente crónica se presenta para apreciar la magnitud de la vida de L. Ronald Hubbard, sus diversas experiencias y las muchas tierras que visitó en su búsqueda de respuestas al dilema humano. Está ideada para dar a los lectores una idea de su progreso y la secuencia de pasos que condujeron a los descubrimientos por los que es tan respetado en la actualidad.
13 MARZO 1911:
L. Ronald Hubbard nace en Tilden, Nebraska. En septiembre, la familia Hubbard (Ronald junto con su padre, Harry Ross Hubbard, oficial de la Armada de EE.UU., y su madre, Ledora May) se muda a Durant, Oklahoma.
1913-1917:
En 1913, al establecerse en la ciudad de Kalispell, Montana, Ronald se encuentra por primera vez con los indios Pies Negros durante una danza tribal en las afueras de la ciudad. A los indios les cautivará el interés del joven Ronald por todas las cosas, estableciéndose los comienzos de un vínculo entre ellos.
De Kalispell, Ronald se traslada a la capital de Montana, Helena, donde, durante los meses de verano, suele residir en el rancho familiar, al que conocen afectuosamente como el «Viejo Hogar». Durante los duros meses de invierno, una casa de tres pisos de ladrillo rojo cerca de la esquina de las calles Fifth y Beatty, en Helena, sirve de residencia a Ronald.
Entre las demás figuras pintorescas de este marco aún pionero, Ronald conoce al viejo Tom, un curandero indio de la tribu Pies Negros. Se establece una relación única y pocas veces vista, ya que el anciano chamán transmite mucha de la sabiduría tribal a su joven amigo.
Ronald pasa muchos sábados con sus amigos buscando oro con la batea en los arroyos para así tener dinero para gastos, mientras pasa las tardes montando potros salvajes en las llanuras próximas.
A la edad de 6 años, se honra a Ronald con la distinción de hermano de sangre de los Pies Negros en una ceremonia que aún recuerdan los ancianos de la tribu.
1918-1921:
En la primavera de 1918, Ronald y su abuelo se embarcan en una «aventura automovilística» desde Helena hasta Portland, Oregón, en un Ford modelo T.
Después de regresar a Helena, Ronald lleva a cabo su primera aventura solo, al viajar a Tacoma, Washington, para encontrarse con su padre. Después se traslada en compañía de sus padres, primero a San Diego y un año después a Oakland, California.
1922-1923:
Ronald se muda al norte, a Puget Sound en el estado de Washington. Se une a los Boy Scouts de EE.UU. en abril de 1923. Como miembro de la Tropa 31 de Tacoma, llega a ser scout de segunda clase el 8 de mayo, y dos meses más tarde, el 5 de julio, asciende a scout de primera clase.
En octubre, Harry Ross Hubbard recibe órdenes de presentarse en la capital de la nación. Ronald y sus padres se embarcan en el buque de la armada de EE.UU. Ulysses S. Grant el 1 de noviembre de 1923 y navegan hasta Nueva York desde San Francisco a través del recién abierto Canal de Panamá. Después viajan a Washington, DC. Durante este viaje, Ronald conoce al comandante Joseph «Snake» Thompson, quien acaba de regresar de Viena donde estudió con Sigmund Freud. En el curso de su amistad, el comandante pasa más de una tarde en la Biblioteca del Congreso enseñando a Ronald lo que sabe sobre la mente humana.
El 11 de diciembre de 1923, Ronald, que ahora es parte de la Tropa 10 de Boy Scouts de Washington, gana sus insignias al mérito en carpintería, primeros auxilios y extinción de incendios.
1924-1925:
En el mes de enero de 1924, Ronald gana sus insignias al mérito en electricidad, salud personal, fotografía y salud pública.
En febrero, después de ganar sus insignias al mérito en seguridad ante todo, destrezas, natación, desarrollo físico y pionero, Ronald obtiene sus medallas de «Life Scout» y «Star Scout».
En marzo, Ronald obtiene sus insignias al mérito en destreza manual, conducción de automóviles y como descubridor de sendas. El 20 de marzo, Ronald representa a la Tropa 10 en una visita al Presidente Calvin Coolidge, y cinco días después, el 25 de marzo, se convierte en el Scout Águila más joven de EE.UU. Al día siguiente, Ronald sale de Washington y regresa a Montana por tren, cruzando el país.
Mientras está en Montana, Ronald continúa con sus actividades de explorador, organiza eventos relacionados con esa actividad y actúa como jefe de tropa asistente. En 1925, Ronald se muda a Seattle donde asiste a la escuela de segunda enseñanza Reina Ana.
1926-1929:
Después de concluir el año escolar a principios de junio de 1927, Ronald viaja a San Francisco y embarca en un vapor para reunirse con su padre en Guam. Pasa por Hawai, Japón, China, Filipinas y Hong Kong, y arriba a la isla de Guam en la primera semana de julio de 1927. Allí se hace amigo de los chamorros, nativos del lugar, y enseña en sus escuelas. Durante todos esos viajes, las observaciones y aventuras de Ronald quedan registradas cuidadosamente en diarios. Unos cuantos años después, Ronald recurrirá a esas experiencias para sus novelas de aventuras y acción.
A finales de septiembre de 1927, Ronald regresa a Helena, donde se une al Batallón 163 de Infantería de la Guardia Nacional de Montana. Mientras está en la escuela de enseñanza secundaria de Helena, llega a ser editor del periódico de la escuela.
Para el desfile anual del Día de Celebración del Pionero, el 4 de mayo, Ronald organiza e inscribe a un grupo de compañeros de escuela vestidos como piratas del Mar Caribe y gana el premio al reparto «más original».
Al encontrar demasiado limitadas las aulas y las escuelas, Ronald sale solo a la aventura otra vez y regresa a Oriente a bordo del buque de la armada de EE.UU. Henderson.
Durante los catorce meses siguientes, Ronald se adentra en las Colinas Occidentales de China, viaja de nuevo a Japón, rumbo al sur, a las Filipinas, y más al sur, a Java. Surca las aguas de la costa de China como piloto y sobrecargo a bordo del Marianna Maru, una goleta costera de dos mástiles.
En China, llega a entablar gran amistad con agentes de inteligencia británicos, sacerdotes budistas, marines de EE.UU. y el último mago del linaje de la corte del Kublai Khan.
A finales de septiembre de 1929, regresa a EE.UU., completa su educación de segunda enseñanza en Washington, DC, y gana un concurso escolar de oratoria al dar un discurso que él mismo escribe sobre la Constitución de EE.UU. y las garantías de la libertad individual.
1930-1933:
Después de completar sus estudios en la Escuela Masculina de Woodward en 1930, Ronald se inscribe en la Universidad George Washington. Allí estudia ingeniería y física atómica y molecular, y se embarca en una búsqueda personal de las respuestas al dilema humano. Mientras está en la universidad, lleva a cabo su primer experimento sobre la estructura y función de la mente.
Ronald se une al Vigésimo Regimiento, Compañía G de los Marines de EE.UU., llega a sargento de adiestramiento y convierte a la compañía en una de las mejores. Interpreta canciones para la estación de radio local WOL, y escribe seriales radiofónicos. También se hace topógrafo como parte de un equipo enviado a verificar la frontera entre Canadá y EE.UU. en el estado de Maine.
Lleva su sed de aventuras a las alturas, aprende a volar en planeador, y de inmediato se le reconoce como uno de los pilotos más sobresalientes del país. Prácticamente sin tiempo para entrenarse, se dedica al vuelo con motor y hace vuelos de acrobacia por los estados centrales de EE.UU. Gracias a informes que presenta sobre las condiciones de los aeropuertos, se clausuran doce de ellos por condiciones peligrosas.
Una revista nacional de aviación informa que Ronald establece una marca nacional de planeo continuo sobre el mismo terreno.
Al escribir para la revista nacional Sportsman Pilot (El Piloto Deportivo), Ronald detalla los más modernos descubrimientos sobre aviación y da consejos a pilotos sobre procedimientos de vuelo en condiciones adversas.
Ayuda a dirigir el club de vuelo de la universidad y es secretario de la filial de la Sociedad Norteamericana de Ingenieros Civiles en la Universidad George Washington. Como editor y escritor del periódico de la facultad, The University Hatchet, escribe su primera obra de ficción publicada, Tah; también gana el premio literario a la mejor obra teatral en un acto, El Dios sonríe.
En primavera de 1932, Ronald organiza y encabeza la Expedición Cinematográfica del Caribe. El viaje de dos meses y medio y 5.000 millas a bordo de la goleta Doris Hamlin, de cuatro mástiles y sesenta y siete metros de eslora, demuestra ser una experiencia provechosa para los más de cincuenta estudiantes universitarios. En el viaje se recogen numerosos especimenes florales y de reptiles para la Universidad de Michigan, y las fotografías se venden al New York Times.
Poco después de su regreso a EE.UU., Ronald se embarca en otra aventura: la Expedición Mineralógica de las Indias Occidentales. Hasta abril de 1933, Ronald no sólo completa la primera inspección mineralógica de Puerto Rico, sino que escribe artículos para el Sportsman Pilot sobre vuelos entre las islas del Caribe. Además investiga y explora algunas de las diversas culturas y creencias de la zona, incluyendo esa curiosa mezcla de catolicismo y vudú conocida como espiritismo.
Cuando regresa al continente en la primavera de 1933, Ronald empieza su carrera profesional como escritor de ficción. Escribe un relato al día y, después de unas cuantas semanas de trabajo, hace su primera venta a una editorial de Nueva York. En Febrero de 1934 se publica el primer relato de aventuras de Ronald: El Dios verde.
1934-1936:
Durante todo este período, L. Ronald Hubbard escribe. Se sienta ante su máquina de escribir Remington y produce con facilidad 100.000 palabras de ficción al mes.
Ronald escribe relatos del oeste, policiacos, de aventuras, de acción e incluso de romance. En 1935 es elegido presidente de la filial en Nueva York de la Asociación Americana de Ficción, ofreciendo su liderazgo a nombres estelares como Raymond Chandler, Dashiell Hammett y Edgar Rice Burroughs. En su calidad de presidente, también escribe artículos para revistas de escritores. Aparece en espectáculos de radio dando consejos a colegas novatos y profesionales sobre cómo mejorar la calidad y la capacidad de venta de sus narraciones.
A continuación, se ilustra su prolífica producción como escritor: en sólo seis años, en los géneros de aventura, acción, oeste, misterio y policiaco, completa 138 obras entre novelas, novelas cortas y cuentos. Esto da un promedio de más de una narración publicada cada dos semanas: el triple de producción que la mayoría de los demás escritores.
Tan grande es su producción en estilos y géneros tan variados, que emplea numerosos seudónimos con el propósito de no acaparar demasiadas portadas de revistas. Entre ellos se encuentran los siguientes: Winchester Remington Colt, Teniente Jonathan Daly, Capitán Charles Gordon, Bernard Hubbel, Michael Keith, Legionario 148, René Lafayette, Ken Martin, B. A. Northrup, Scott Morgan, Kurt von Rachen, Barry Randolph, Teniente Scott Morgan, Legionario 14830 y Capitán Humbert Reynolds.
La demanda de las narraciones de Ronald es tan intensa que escribe un número completo de la revista Top-Notch. En 1936, Ronald escribe su primer libro: Buckskin Brigades (Las brigadas de piel de gamo).
La popularidad de Ronald es ahora tan grande que Hollywood trata de obtener los derechos cinematográficos de sus narraciones y luego contrata sus servicios como escritor. Después de comprar los derechos de su novela Asesinato en el castillo de los piratas, Columbia Pictures le pide que adapte esta obra para la pantalla bajo el título de El secreto de la Isla del Tesoro. Al llegar a Hollywood en mayo de 1937, Ronald empieza a trabajar en El secreto de la Isla del Tesoro y en otras tres grandes series cinematográficas de Columbia: El piloto misterioso, Las grandes aventuras de Wild Bill Hickok y La araña regresa. De este modo, Ronald trabaja en cuatro de las super-series cinematográficas de Columbia. En sus diez semanas en Hollywood, no sólo escribe más de un cuarto de millón de palabras de guiones, sino que continúa produciendo para su editorial de Nueva York.
Tras su regreso a Nueva York, los ejecutivos de Street & Smith, una de las editoriales más grandes del mundo, adquirieron los expertos servicios de Ronald para la revista recién adquirida Astounding Science Fiction. Se le pide a Ronald que ayude a incrementar las flojas ventas con historias sobre personas reales; no sobre robots, planetas ni naves espaciales. Ronald acepta la propuesta, y el aspecto de la ciencia ficción cambia para siempre.
Su primera obra de ciencia ficción, The Dangerous Dimension (La dimensión peligrosa), aparece en el número de julio de 1938 de Astounding Science Fiction. Entre otras narraciones de L. Ronald Hubbard que aparecen en las páginas de Astounding, se encuentra la muy aclamada Final Blackout (Apagón final) que después se publica como libro y es un best-seller.
En 1939, Street & Smith lanzan una segunda revista nueva, Unknown (Desconocido), que pronto se llena con la fantasía de los escritos de Ronald para los que ya no había espacio en Astounding. Su primera narración en el género es The Ultimate Adventure (La máxima aventura), que aparece en el número de abril de 1939. Muchas más obras de ficción de L. Ronald Hubbard aparecen por primera vez en Unknown, entre las que se encuentran narraciones legendarias como Miedo, Death´s Deputy (El delegado de la muerte), Typewriter in the Sky (La máquina de escribir en el cielo) y Slaves of Sleep (Los esclavos del sueño). Después, por derecho propio, esas obras se publican como libros.
El 19 de febrero de 1940, se elige a Ronald como miembro del prestigioso Club de Exploradores. Al mismo tiempo planea una expedición a Alaska, y el 27 de julio de 1940 su expedición experimental de radio a Alaska sale de Seattle. Su nave es el Magician, un queche de 10 metros de eslora que navega bajo la bandera número 105 del Club de Exploradores. Ronald completa un viaje de cerca de 700 millas, cartografiando los litorales y lugares peligrosos no registrados para la Oficina Hidrográfica de la Armada de EE.UU. También lleva a cabo experimentos en detección direccional por radio, e investiga las culturas nativas locales, lo que incluye a los tlingit, los haidas y los aleutianos. El 17 de diciembre de 1940, la Junta de Inspección Marítima y Navegación de EE.UU. concede a Ronald su licencia de Capitán de Navíos de Vapor y Motor.
En diciembre regresa a Seattle y reanuda sus escritos al mismo tiempo que entrega a la Armada de EE.UU. los cientos de fotografías y anotaciones que le habían solicitado.